Joker: Folie à Deux: Una caída al vacío
"Joker: Folie à Deux" es una secuela audaz que busca adentrarse aún más en la perturbada mente de Arthur Fleck. Sin embargo, en su intento por superar la original, la película parece perderse en un laberinto de simbolismos y excesos que, en ocasiones, resultan confusos y desconcertantes.
Lo que funciona:
- La química entre Phoenix y Gaga: La dinámica entre Joker y Harley Quinn es uno de los puntos fuertes de la película. Ambos actores ofrecen interpretaciones poderosas que logran transmitir la intensidad de su relación tóxica y enfermiza.
- La estética visual: La dirección artística continúa siendo impecable, creando una atmósfera opresiva y claustrofóbica que refleja el estado mental de los protagonistas.
- La exploración de la locura: La película no tiene miedo de adentrarse en los rincones más oscuros de la mente humana, presentando una visión cruda y sin concesiones de la locura.
Lo que no funciona:
- Un guion demasiado ambicioso: La película intenta abarcar demasiados temas y subplots, lo que resulta en una narrativa fragmentada y difícil de seguir.
- El exceso de musicalidad: La incorporación de elementos musicales, aunque interesante en teoría, no siempre funciona a la perfección y puede resultar discordante en algunos momentos.
- La falta de originalidad: A pesar de intentar innovar, la película recurre a muchos de los mismos trucos que ya vimos en la primera parte, lo que le resta frescura.
En conclusión:
"Joker: Folie à Deux" es una película que divide opiniones. Si bien ofrece momentos brillantes y una exploración profunda de la psicología de sus personajes, su ejecución desigual y su exceso de ambición la convierten en una experiencia frustrante. Los fans de la primera parte encontrarán elementos familiares, pero es posible que se sientan decepcionados por la falta de novedades.
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